domingo, 29 de septiembre de 2013

La patrona - Fiódor Dostoyevski

O la casa de los sueños



Novela sobre la soledad y el amor. Ordinov, un joven que piensa dedicar su vida a la ciencia, decide vivir sin mayor contacto con el exterior sumiéndose en la soledad de su habitación alquilada. Pero pasado un tiempo tiene que buscar otro alojamiento, lo que lo lleva a salir a recorrer la ciudad dándose cuenta de la soledad en que estaba. En un templo conoce a una chica, que lo impresionará tanto que decide seguirla.
Pasando algunas circunstancias logra vivir en la casa de la chica, pero habrá un hombre viejo y misterioso en la misma casa. Lo que pase en esa casa lo marcará para siempre.

Mi opinión:

Novela intimista, a ratos onírica en que un joven ruso que piensa dedicarse en cuerpo y alma a la ciencia es transtornado en todo su ser por el efecto del amor a una jovencita muy hermosa que siempre anda acompañada de un viejo extraño. Obsesionado con la muchacha, Ordinov al quedarse sin alojamiento hace lo posible por vivir como inquilino en la casa de la chica y el viejo, lográndolo. Es viviendo en esta casa donde lo acosan sueños extraños, donde la realidad parece mezclarse con el mundo de los sueños. También sufre embates a su salud que lo postran en cama y donde recibirá los cuidados de su patrona Katerina, la muchacha que conoció en el templo. Lo que le cuente esta muchacha y lo que se irá enterando sobre el pasado del viejo lo sorprenderán, pero nada de esto lo hará renunciar a estar enamorado de Katerina.

Completa el cuadro Yaroslav Ilich, joven amigo de Ordinov, que se ha leído todo Pushkin, muy amigable pero que al final de la obra cambiará mucho.

Una historia vista por los ojos de Ordinov muy romántica, pero a la vez extraña. Los personajes no son como en un principio uno sospecha que son, y uno acaba pensando si realmente todo no fue más que un sueño sin saber quien realmente ha tocado la locura, o Katerina, o el viejo u Ordinov.
Se ve también las tendencias de la juventud rusa de querer cambiar el mundo, pero no sintonizando del todo con él, como se ve en otros personajes de Dostoyevski. Por eso Ordinov se somete a un ascetismo voluntario en pos de atesorar conocimiento científico pero en la soledad.

Me pareció a ratos una novela deliciosa y a ratos te plantea trampas, confusión. Tal vez son las fiebres de la enfermedad o tal vez las del amor las que transforman el mundo de Ordinov en ese mundo de sueño o pesadilla que conoce en esa casa.

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