viernes, 14 de febrero de 2014

El amante de Lady Chatterley - David Herbert Lawrence

o La amante Connie Chatterley


Es la historia de una mujer de clase media-alta criada en un ambiente intelectual y liberal. De amoríos jovenes y luego casada con un hombre lisiado, pero rico de la clase alta, críado en el conservadurismo inglés de inicios de siglo XX y con deseos de lograr fama como escritor de ficción.
Los deseos de ella y la vida de él, llevan a que ella encuentre en la infidelidad algo más de lo que en un principio buscó.


Opinión:

Creo que llamar a esta novela erótica es exagerar algo. Causó revuelo en su época por el conservadurismo de entonces, pero ahora mucho de eso se encuentra superado. No la encuentro más erótica que cualquier novela común actual que no lleva el mote. Pero lo que si hay que señalar es el modo desenfadado, a veces directo en que toca el tema sexual, que cabría esperarse más del siglo XXI mas que de principios del siglo XX.
Clifford, que es como se llama el esposo engañado no es un clásico cornudo que vive a la sombra de su mujer, tiene cierta personalidad, sueños, ideas y deseos internos, pero estos no hacen que uno como lector, por lo menos yo, le coja simpatía ni pena.
Connie si es la heroína de la novela, ella enfrenta y elige la fuerza de la vida contra las convenciones a la que nos obliga la sociedad y los idealismos de su esposo. El amante es un hombre que vive apartado del mundo tratando de librarse del pasado y la existencia contaminada de las personas, tanto nobles y pobres.


Un ejemplo de las conversaciones-discusiones entre Clifford y Connie.

Después de que Clifford comentara una frase de un libro "El universo presenta ante nosotros dos características: por una parte se está desgastando físicamente, por otro asciende espiritualmente", ...

—¿Te gusta tu físico? —preguntó él.
—¡Me encanta! Y volvieron a su mente aquellas palabras: «¡Tienes el culo de mujer más hermoso que existe!» (palabras que le dijo el amante)
—Es realmente increíble, porque es evidente que lo físico no es más que una carga. Claro que supongo que una mujer no sabe el placer supremo que representa la vida mental.
—¿Placer supremo? —dijo ella mirándole—. ¿Y es esa especie de majadería el placer supremo de la vida de la mente? ¡No, gracias! Prefiero el cuerpo. Creo que la vida del cuerpo es una realidad más grande que la vida de la mente: si el cuerpo está realmente abierto a la vida. Aunque hay tanta gente, como tu famosa máquina de viento, que sólo tienen un cerebro pegado a sus cadáveres físicos…
Él la miró desconcertado.
—La vida del cuerpo —dijo— no es más que la vida de los animales.
—Y eso es mejor que la vida de los cadáveres profesionales. ¡Pero no es cierto! El cuerpo humano está empezando a llegar ahora a la vida real. Con los griegos tuvo un relámpago maravilloso, luego Platón y Aristóteles lo mataron y Jesús la remató. Pero ahora el cuerpo está volviendo realmente a la vida, surgiendo realmente de la tumba. Y llegaremos a una vida maravillosa, maravillosa, en un universo maravilloso, la vida del cuerpo humano.

Se contraponen dos formas muy distintas de percibir la vida y el universo mismo en estos dos esposos.

Mención aparte merecen la hermana de Connie, también criada en el mismo ambiente, con inclinaciones socialistas, pero con su posición de clase noble bien presente. Y el padre de ambas de mente muy abierta y liberal.

Me gustó esta novela, hace años leí el inicio pero no la terminé, no la vi interesante, pero ahora comenzándola de nuevo me doy cuenta porque es un clásico del siglo XX. La forma en que aborda el tema del sexo en su época debió ser inédito. Pero esta novela va más allá, se cuestiona de qué es lo que hace a un hombre ser un hombre y cuál es la forma en que este debe relacionarse con una mujer.

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